Museus i educació : realitats i perspectives de futur. 'Museos y educación : realidad y perspectivas de futuro'

Abstract

Realizar un análisis histórico-social de la institución museística y de los factores que han influído en su concepción y desarrollo. Justificar la intervención educativa del museo. Delimitar y analizar con rigor la responsabilidad educativa del museo: destinatarios, programación y evaluación de actividades, líneas de acción, prioridades, retos, etc. Justificar la inclusión de la función educativa de los museos en el ámbito de estudio y reflexión de la pedagogía. Las hipótesis iniciales son: el museo, a pesar de las críticas y rechazos que ha recibido desde distintos sectores de la sociedad, tiene una validez y una razón de ser fundamental en la sociedad actual. Concepción pedagógica del museo. Desde el marco teórico se justifica la integración de la educación en el museo como posible campo de acción de la pedagogía social. Tras reflexionar sobre los orígenes y evolución del concepto de museo, se revisan los grandes temas que hoy preocupan y son objeto de debate entre los profesionales del museo. Desde la institucionalización de la educación en el museo, se trata el tema de los departamentos de educación: su aparición, su estatus y problemática actual, sus funciones y necesidades, su relación con otras entidades, etc. Teniendo en cuenta la praxis educativa, se plantean los servicios y actividades que ofrece-podría ofrecer el museo desde el punto de vista de distintos tipos de público, y la planificación educativa desde la perspectiva del pedagogo o educador de museo, definiendo las etapas que han de guiar su actuación y analizando la problemática y posibles soluciones para cada una de ellas. Vaciado de documentos, entrevistas, correspondencia, etc. Análisis histórico-social. Estado de la cuestión. Se ha evitado caer en la simple descripción o comparación entre países y-o experiencias diversas. La consolidación de la concepción pedagógica del museo ha adquirido un importante desarrollo teórico pero no se puede afirmar que se haya traducido a una práctica generalizada. El proceso de desarrollo de esta concepción ha sido largo y difícil. Se ha tenido que afrontar la creencia en el arte y la cultura como privilegio reservado a unos pocos y no como un derecho individual y colectivo de los pueblos. La evolución de los museos ha pasado por distintas etapas: valor religioso, valor económico, valor estético (renacimiento), valor científico (ilustración), etc. Es en el siglo XIX cuando por primera vez se plantea la idea del museo público, patrimonio de la sociedad, aunque se trata de una preocupación más bien formal, al no preocuparse de cómo presentar las colecciones y hacerlas comprensibles al público. No son de extrañar pues, las acusaciones de arcaico, obsoleto e inoperante. El momento de verdadero cambio se produce en el siglo XX en el cual aparecen dos tendencias confrontadas: 1. Defensa del carácter erudito de la institución con el fin de coleccionar, investigar y conservar. 2. Concepción del museo como institución educativa que se debe a las necesidades y deseos de la comunidad a la que sirve. Entre ambas posturas surge una tercera que busca el equilibrio entre erudición y educación. A partir de los años sesenta, con el rápido desarrollo económico y el consecuente desarrollo político-social, incrementa la demanda socio-educativa para contribuir a la mejora formativa y al bienestar de la población, aunque hay que señalar el retraso de aproximadamente veinte años que sufre España respecto al resto de países occidentales. Se considera necesaria la intervención educativa para dar sentido a la pervivencia del museo en la sociedad actual. Todo individuo y toda colectividad necesita comprender sus propias señales de identidad, los puntos de partida que han marcado y marcarán su futuro. Los retos actuales que presenta la educación en el museo son: 1. Formación del personal pedagógico. 2. Consolidación y plena integración de los departamentos educativos. 3. Apertura al exterior. 4. Adecuación a las demandas del público: escolar, familiar, adulto, potencial, etc. 5. Rigor en la planificación educativa: análisis del público, fijación de objetivos, elaboración del currículum, preparación de actividades y evaluación de resultados. Los departamentos de ciencias de la educación deben posibilitar la formación pedagógica y reciclaje en el tema, tanto para profesores de primaria como para educadores de museo; a su vez, deben profundizar en la línea de investigación de métodos, técnicas y recursos facilitadores del aprendizaje no-formal, y colaborar con los museos tanto en la planificación y evaluación como en las investigaciones.