Salvador Rueda, innovador y actual
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Fecha:
1980Publicado en:
Revista de bachillerato. 1980, n. 13 ; p. 12-19Resumen:
Uno de los poetas más olvidados al estar confrontado con los grandes. Se trata de rescatar su poesía, profusamente estudiada a principios de siglo y señalar lo original de sus aciertos y su influjo poco reconocido, en la lírica contemporánea. Rueda en sus versos fue expansivo, soleado como Málaga. La luz lo irradiaba todo y el oxígeno. En su estética se le acusa de falta de tino y de selección en los temas, en las imágenes y en los vocablos; se censura lo desmesurado e hiperbólico de su imaginación; se le tacha de gárrulo, de vano y superficial. La falta de formas pulidas y trabajadas, exiguo poder de síntesis, la escasa percepción de lo exquisito, del matiz, son según la mayor parte de los críticos, lunares en su labor poética. El preparó al menos la retina poética española, de visión harto burda en su tiempo, incapaz de percibir los juegos colorísticos y luminosos y los hizo aptos para los sutiles malabarismos ópticos de los modernistas.
Uno de los poetas más olvidados al estar confrontado con los grandes. Se trata de rescatar su poesía, profusamente estudiada a principios de siglo y señalar lo original de sus aciertos y su influjo poco reconocido, en la lírica contemporánea. Rueda en sus versos fue expansivo, soleado como Málaga. La luz lo irradiaba todo y el oxígeno. En su estética se le acusa de falta de tino y de selección en los temas, en las imágenes y en los vocablos; se censura lo desmesurado e hiperbólico de su imaginación; se le tacha de gárrulo, de vano y superficial. La falta de formas pulidas y trabajadas, exiguo poder de síntesis, la escasa percepción de lo exquisito, del matiz, son según la mayor parte de los críticos, lunares en su labor poética. El preparó al menos la retina poética española, de visión harto burda en su tiempo, incapaz de percibir los juegos colorísticos y luminosos y los hizo aptos para los sutiles malabarismos ópticos de los modernistas.
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