Perspectivas metodológicas actuales de la evaluación de programas en el ámbito educativo
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1994Published in:
RIE : revista de investigación educativa. Barcelona, 1994, n. 23, primer semestre ; p. 93-127Abstract:
La evaluación de programas surge en el ámbito educativo en el entorno de los años setenta con el objetivo fundamental de valorar la eficacia de los programas de acción social que se llevaban a cabo, ya que no había constancia alguna de la consecución de los objetivos previstos. Debe ser un proceso cíclico y continuo, cuya puesta en marcha responda a una programación sistemática, para valorar si un programa consiguió o no alcanzar los objetivos para cuya consecución fue ideado. Este proceso consta de cuatro actividades básicas: identificar los objetivos del programa, transformar los objetivos en variables observables (indicadores), recoger datos empíricos relativos a las variables identificadas y comprobar los objetivos logrados con los datos empíricos obtenidos, valorando el éxito o fracaso en su consecución y el balance económico del binomio coste/eficacia. La finalidad de la evaluación es, por tanto, emitir un juicio valorativo sobre el programa y determinar en qué medida logra los objetivos marcados. Se trata de maximizar la eficiencia y la eficacia de las acciones dirigidas a modificar segmentos de la realidad. No se puede olvidar que la evaluación de programas pretende explicar los hallazgos encontrados (relación entre variables, incidencia de unas variables en otras...) y no únicamente describir los resultados del proceso de medición.
La evaluación de programas surge en el ámbito educativo en el entorno de los años setenta con el objetivo fundamental de valorar la eficacia de los programas de acción social que se llevaban a cabo, ya que no había constancia alguna de la consecución de los objetivos previstos. Debe ser un proceso cíclico y continuo, cuya puesta en marcha responda a una programación sistemática, para valorar si un programa consiguió o no alcanzar los objetivos para cuya consecución fue ideado. Este proceso consta de cuatro actividades básicas: identificar los objetivos del programa, transformar los objetivos en variables observables (indicadores), recoger datos empíricos relativos a las variables identificadas y comprobar los objetivos logrados con los datos empíricos obtenidos, valorando el éxito o fracaso en su consecución y el balance económico del binomio coste/eficacia. La finalidad de la evaluación es, por tanto, emitir un juicio valorativo sobre el programa y determinar en qué medida logra los objetivos marcados. Se trata de maximizar la eficiencia y la eficacia de las acciones dirigidas a modificar segmentos de la realidad. No se puede olvidar que la evaluación de programas pretende explicar los hallazgos encontrados (relación entre variables, incidencia de unas variables en otras...) y no únicamente describir los resultados del proceso de medición.
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