Mundo, cultura y política en Miguel de Cervantes
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Fecha:
1947Publicado en:
Revista nacional de educación. 1947,n. 70 ; p. 29-44Resumen:
El Quijote sale a la luz en 1605. El espíritu de su autor está plenamente sazonado en aquella centuria. Cervantes ¿fue, sencillamente, un testigo de su época, un espectador o un ciudadano con sentido crítico?¿ Se sitúa ante la vida y el mundo con una actitud propia, o se limita a aceptar una y otra? ¿ Tuvo Cervantes ideas propias? De cualquier manera su formación cultural no es común. En definitiva, podemos decir que Cervantes era un buen conocedor de su época y de sus ideas. Escribe en una época en la que España condensaba la crisis del Renacimiento, sentía perder el fervor humanista, buscaba la paz pero con la experiencia de la rebelión luterana y mirando siempre la unidad de la iglesia romana, pero obedeciendo siempre al Papa. En el mundo europeo el malestar de los espíritus era evidente, los cambios impuestos por la época derruían valores tradicionales, y quedaba en la gente una cierta fatiga. Acaso la difusión de El Quijote encaja bien en ese ambiente al repetir capítulo tras capítulo, la inexorable verdad de que la mayor parte de las empresas humanas no valen las penas que cuestan.
El Quijote sale a la luz en 1605. El espíritu de su autor está plenamente sazonado en aquella centuria. Cervantes ¿fue, sencillamente, un testigo de su época, un espectador o un ciudadano con sentido crítico?¿ Se sitúa ante la vida y el mundo con una actitud propia, o se limita a aceptar una y otra? ¿ Tuvo Cervantes ideas propias? De cualquier manera su formación cultural no es común. En definitiva, podemos decir que Cervantes era un buen conocedor de su época y de sus ideas. Escribe en una época en la que España condensaba la crisis del Renacimiento, sentía perder el fervor humanista, buscaba la paz pero con la experiencia de la rebelión luterana y mirando siempre la unidad de la iglesia romana, pero obedeciendo siempre al Papa. En el mundo europeo el malestar de los espíritus era evidente, los cambios impuestos por la época derruían valores tradicionales, y quedaba en la gente una cierta fatiga. Acaso la difusión de El Quijote encaja bien en ese ambiente al repetir capítulo tras capítulo, la inexorable verdad de que la mayor parte de las empresas humanas no valen las penas que cuestan.
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