@misc{11162/10117, year = {1984}, url = {http://hdl.handle.net/11162/10117}, abstract = {1. Qué contenidos se impartían en la Enseñanza Primaria femenina. 2. Cómo evolucionó el número y clase de escuelas de niñas a lo largo de este periodo. 3. Cómo evolucionó el número y clase de maestras. 4. Cual era la procedencia de dichas maestras. 5. Sobre qué base se sustentaba la formación de las maestras. Escuelas de Magisterio de Canarias en la segunda mitad del s. XIX. Es un trabajo teórico, no experimental, en el que se trata de estudiar la situación del Magisterio femenino en la segunda mitad del s.XIX, haciendo un análisis previo de los condicionantes históricos y geográficos de Canarias de aquella época, así como una descripción de lo que fue la Instrucción Primaria en Canarias durante tres momentos concretos: el Plan Provincial de 1838, la Reforma y Revolución y el periodo de Restauración y Movimiento para la Educación de la Mujer. El mayor inconveniente para la realización de este trabajo fue la escasez de datos en los archivos de Tenerife referidos a este tema y el hecho de que estos datos se encuentran muy desperdigados, siendo muy difícil su recopilación. Resultados: En 1783 las niñas aprendían: lectura, catecismo y labores; en 1821, a leer escribir y contar. En 1838 se acomoda la enseñanza de las niñas a la de los niños, añadiendo las labores y se divide en Elemental y Superior. A partir de 1858, con la Ley Moyano, se amplía algo la enñanza de la Aritmética, incluyendo el sistema de pesas y medidas, y se potencian las labores. Hasta 1860, el número de escuelas era muy precario. En 40 años, 1860-1902, el número de escuelas se triplicó, aunque muchos pueblos carecieron de escuelas de niñas. 3. En la primera mitad del s. XIX, la mayoría de las escuelas eran incompletas, regidas por varones. Según la estadística de 1855 se sabe que el 70 por cien de las maestras carecían de título y es a partir de 1864 cuando las maestras comienzan a examinarse en la Escuela Normal. De 1880 a 1901, el panorama mejoró notablemente, pues se incrementó notablemente el número de maestras tituladas. Los sueldos eran raquíticos, de ahí que fuera una profesión poco atractiva. 4. El mayor número de maestras tituladas correspondía a la zona más cercana a donde estaba ubicada la Escuela Normal y procedían de familias económicamente situadas, para poderles costear los gastos de clases y traslados. 5. La preparación de las maestras era pobrísima y se examinaban de los mismos contenidos que tenían que impartir a las niñas, inferior a lo que se exigía a los maestros. A partir de 1881 se tienen que examinar de Ingreso, todas las asignaturas de la carrera y revalida y los conocimientos se equiparan a los de los maestros.}, keywords = {profesor}, keywords = {aptitud para la enseñanza}, keywords = {enseñanza primaria}, keywords = {escuela}, keywords = {enseñanza profesional}, keywords = {alumno}, keywords = {ambiente familiar}, keywords = {ambiente social}, keywords = {sexo}, keywords = {sexo femenino}, title = {El magisterio primario de las Canarias Occidentales en la II mitad del siglo XIX : estudio particular del magisterio femenino}, author = {Oramas Luis, J.A.}, }