El dibujo infantil y la dialéctica
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1979Resumen:
Recoger los puntos básicos de apoyo, entendiendo que el dibujo en la primera infancia, es un arte genuino, espontáneo de acercamiento y comprensión de lo que le rodea, es un primer acto social en donde la actividad gráfica es la posibilidad expresiva y expansiva del propio niño. El dibujo, entendido como gesto expresivo, tiene un doble fin: plasmar el mundo exterior por medio de la acción creadora y hacer resonar en sí, el mundo exterior utilizando medios plásticos. De esta manera instrumentaliza lo que capta por vía sensorial y motriz, siendo el cauce indispensable de acomodación, de sostén y de preparación. En el transcurso de la evolución se transforma, dando al sujeto mismo el sentimiento de su coherencia actual y de su unidad realizadora. Adquiriendo en la evolución la primera conciencia subjetiva cuyo inmediato interés, debe posibilitar un mínimo de cohesión íntima de acuerdo entre sí y el prójimo. Y de igual modo, la interacción en la existencia común, con el grupo, es la matriz de las emociones, en la medida en la que el niño crea entre los individuos una solidaridad de comportamiento. El dibujo no está lejos del sentido activo de la conciencia subjetiva adquirida en la acomodación y que significa la primera forma que el niño tiene que entender y actuar en el propio ambiente. Sus garabatos, entonces, empiezan a tener sentido y proporción con la realidad, dándole nombre y color. Los garabatos no están al margen, ni independiente sino que resulta de un proceso elaborado, subjetivo y espontáneo participando en la vida cotidiana.
Recoger los puntos básicos de apoyo, entendiendo que el dibujo en la primera infancia, es un arte genuino, espontáneo de acercamiento y comprensión de lo que le rodea, es un primer acto social en donde la actividad gráfica es la posibilidad expresiva y expansiva del propio niño. El dibujo, entendido como gesto expresivo, tiene un doble fin: plasmar el mundo exterior por medio de la acción creadora y hacer resonar en sí, el mundo exterior utilizando medios plásticos. De esta manera instrumentaliza lo que capta por vía sensorial y motriz, siendo el cauce indispensable de acomodación, de sostén y de preparación. En el transcurso de la evolución se transforma, dando al sujeto mismo el sentimiento de su coherencia actual y de su unidad realizadora. Adquiriendo en la evolución la primera conciencia subjetiva cuyo inmediato interés, debe posibilitar un mínimo de cohesión íntima de acuerdo entre sí y el prójimo. Y de igual modo, la interacción en la existencia común, con el grupo, es la matriz de las emociones, en la medida en la que el niño crea entre los individuos una solidaridad de comportamiento. El dibujo no está lejos del sentido activo de la conciencia subjetiva adquirida en la acomodación y que significa la primera forma que el niño tiene que entender y actuar en el propio ambiente. Sus garabatos, entonces, empiezan a tener sentido y proporción con la realidad, dándole nombre y color. Los garabatos no están al margen, ni independiente sino que resulta de un proceso elaborado, subjetivo y espontáneo participando en la vida cotidiana.
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