Consideraciones sobre lo que no se puede hacer en bachillerato
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Fecha:
1981Publicado en:
Revista de bachillerato. 1981, n. 17 ; p. 2-5Resumen:
El profesor de filosofía debe enjuiciar y ordenar su actividad a partir de algo muy elemental: no trabajamos con ideas sino con personas. Pero los profesores son funcionarios y ley del mínimo esfuerzo. Lo que hace que las relaciones no sean completas. El ministerio debería de regular, además de reciclar, formación, etcétera. Encima el profesor de filosofía absoluta neutralización de nuestra materia, cuando no se pueden neutralizar programas, programadores y docentes se produce una situación en la que se admite la gran diversidad ideológica de los docentes. Gran éxito. Ante tal diversidad en nuestra materia es difícil acceder a un conocimiento serio, razonado y fundado por parte del alumno. Se suele decir que los inmaduros de los alumnos vienen a condenar toda actividad en el campo de la filosofía. Sólo falta que el Ministerio traduzca esta inmadurez como inutilidad para que la filosofía acabe siendo innecesaria en el bachiller. Tal apreciación no es admisible y es preciso dotar al bachiller de una estructura que haga posible corregir determinados vicios de base, que destierre definitivamente el modelo enciclopédico. Está claro que los alumnos están tomando conciencia del sin sentido que conllevan determinados esfuerzos. Por ello, comienzan a adoptar una contestación violenta o una sumisión. Es preciso ser conscientes de que el enciclopedismo y la falta de autonomía no sólo contribuyan a que la actividad promovida en clase sea más o menos eficaz, a que favorezcan la neutralización absoluta de la filosofía mientras se dota al alumno de una ideología ante de acceder al estudio de la filosofía.
El profesor de filosofía debe enjuiciar y ordenar su actividad a partir de algo muy elemental: no trabajamos con ideas sino con personas. Pero los profesores son funcionarios y ley del mínimo esfuerzo. Lo que hace que las relaciones no sean completas. El ministerio debería de regular, además de reciclar, formación, etcétera. Encima el profesor de filosofía absoluta neutralización de nuestra materia, cuando no se pueden neutralizar programas, programadores y docentes se produce una situación en la que se admite la gran diversidad ideológica de los docentes. Gran éxito. Ante tal diversidad en nuestra materia es difícil acceder a un conocimiento serio, razonado y fundado por parte del alumno. Se suele decir que los inmaduros de los alumnos vienen a condenar toda actividad en el campo de la filosofía. Sólo falta que el Ministerio traduzca esta inmadurez como inutilidad para que la filosofía acabe siendo innecesaria en el bachiller. Tal apreciación no es admisible y es preciso dotar al bachiller de una estructura que haga posible corregir determinados vicios de base, que destierre definitivamente el modelo enciclopédico. Está claro que los alumnos están tomando conciencia del sin sentido que conllevan determinados esfuerzos. Por ello, comienzan a adoptar una contestación violenta o una sumisión. Es preciso ser conscientes de que el enciclopedismo y la falta de autonomía no sólo contribuyan a que la actividad promovida en clase sea más o menos eficaz, a que favorezcan la neutralización absoluta de la filosofía mientras se dota al alumno de una ideología ante de acceder al estudio de la filosofía.
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