Las estadísticas necesarias para planificación de la educación
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Fecha:
1975Publicado en:
Revista de educación. 1975, n. 236-237 ; p. 36-40Resumen:
En una sociedad moderna se piensa que el sistema de enseñanza debe proporcionar el número conveniente de titulados o cualificados de las diferentes especializaciones para que pueda desarrollarse una economía sana. Tanto el exceso como el defecto es un despilfarro y puede producir desajustes de los recursos económicos de la sociedad. Pero es deseable que cada persona reciba la educación que mejor se adapte a sus deseo y cualidades personales. Por todo ello, se suele admitir la necesidad de una planificación adecuada. Ella necesita obtener informaciones necesarias y correctas para aplicar políticas apropiadas a corto, medio y largo plazo en lo que concierne a los alumnos, profesores, equipos, edificios, gastos que exigen la ejecución de los programas propuestos. Para todo ello, es preciso disponer de datos estadísticos y su elaboración resulta cara y antieconómico obtener datos no racionales. Es pues prioritario establecer un conjunto de criterios que permitan juzgar la utilidad de los datos, que se desea obtener y concretos. Así, dos tipos básicos: las estadísticas del sistema educativo (alumnos, profesores, gastos) y los datos suplementarios necesarios a los planificadores para el cálculo de previsiones y de coeficientes específicos del sistema educativo (datos demográficos, económicos o sociales). Pero, todos estos datos deben ser coordinados por algún órgano general como el Instituto Nacional de Estadística.
En una sociedad moderna se piensa que el sistema de enseñanza debe proporcionar el número conveniente de titulados o cualificados de las diferentes especializaciones para que pueda desarrollarse una economía sana. Tanto el exceso como el defecto es un despilfarro y puede producir desajustes de los recursos económicos de la sociedad. Pero es deseable que cada persona reciba la educación que mejor se adapte a sus deseo y cualidades personales. Por todo ello, se suele admitir la necesidad de una planificación adecuada. Ella necesita obtener informaciones necesarias y correctas para aplicar políticas apropiadas a corto, medio y largo plazo en lo que concierne a los alumnos, profesores, equipos, edificios, gastos que exigen la ejecución de los programas propuestos. Para todo ello, es preciso disponer de datos estadísticos y su elaboración resulta cara y antieconómico obtener datos no racionales. Es pues prioritario establecer un conjunto de criterios que permitan juzgar la utilidad de los datos, que se desea obtener y concretos. Así, dos tipos básicos: las estadísticas del sistema educativo (alumnos, profesores, gastos) y los datos suplementarios necesarios a los planificadores para el cálculo de previsiones y de coeficientes específicos del sistema educativo (datos demográficos, económicos o sociales). Pero, todos estos datos deben ser coordinados por algún órgano general como el Instituto Nacional de Estadística.
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