Preparados, listos, ¡ya! : el juego para mejorar la competencia lingüística y la gestión de aula
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2016Publicado en:
El Bucio : revista digital del CEP Tenerife Sur. 2016, n. 21, septiembre ; p. 12-16Resumen:
El juego en el ambiente educativo siempre ha llamado mucho la atención y tiene un atractivo muy especial e inspirador, sobre todo ver esas cosas divertidas y motivadoras que se llevan a cabo en las aulas y que los compañeros y compañeras comparten por diferentes medios. Esta fascinación se deriva probablemente del hecho de que hace unos pocos años se jugaba realmente poco en el aula, y si, siempre fuera de contexto, sin relación a los contenidos curriculares y los objetivos del aprendizaje. Algo realmente contradictorio si se pretende fomentar el desarrollo de la competencia lingüística, y sobre todo la de lenguas extranjeras, ya que resulta fundamental que los niños y niñas se comuniquen entre sí. ¿La motivación que conlleva el juego interactivo no forma parte de un aprendizaje significativo? Si los alumnos y alumnas se motivan jugando y se sabe que si están motivados aprenden, ¿lo ideal no sería que jugaran en cada fase de su aprendizaje y no sólo una vez acabada la situación de aprendizaje si queda tiempo?. Este artículo pretende dar algunos ejemplos de juegos simples y comunicativos, aplicables a cualquier nivel educativo, modificando los contenidos. Pero el juego no sólo forma parte del proceso de aprendizaje cuando se realiza el diseño instruccional, el juego puede aplicarse al propio proceso de evaluación de los aprendizajes del alumnado. Se puede recurrir a muchas opciones tecnológicas como puede ser online (www.Kahoot.it). Pero también se tiene la versión manipulativa.
El juego en el ambiente educativo siempre ha llamado mucho la atención y tiene un atractivo muy especial e inspirador, sobre todo ver esas cosas divertidas y motivadoras que se llevan a cabo en las aulas y que los compañeros y compañeras comparten por diferentes medios. Esta fascinación se deriva probablemente del hecho de que hace unos pocos años se jugaba realmente poco en el aula, y si, siempre fuera de contexto, sin relación a los contenidos curriculares y los objetivos del aprendizaje. Algo realmente contradictorio si se pretende fomentar el desarrollo de la competencia lingüística, y sobre todo la de lenguas extranjeras, ya que resulta fundamental que los niños y niñas se comuniquen entre sí. ¿La motivación que conlleva el juego interactivo no forma parte de un aprendizaje significativo? Si los alumnos y alumnas se motivan jugando y se sabe que si están motivados aprenden, ¿lo ideal no sería que jugaran en cada fase de su aprendizaje y no sólo una vez acabada la situación de aprendizaje si queda tiempo?. Este artículo pretende dar algunos ejemplos de juegos simples y comunicativos, aplicables a cualquier nivel educativo, modificando los contenidos. Pero el juego no sólo forma parte del proceso de aprendizaje cuando se realiza el diseño instruccional, el juego puede aplicarse al propio proceso de evaluación de los aprendizajes del alumnado. Se puede recurrir a muchas opciones tecnológicas como puede ser online (www.Kahoot.it). Pero también se tiene la versión manipulativa.
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